Demanda de Inhibidores de la Bomba de Protones (PPI)

Demandas contra fabricantes de PPI se forman

Demandas en contra de los fabricantes de algunos de los inhibidores de la bomba de protones (IBP, o PPI, por sus siglas en inglés) más populares se están presentando, incluyendo AstraZeneca quien produce Prilosec y Nexium, y Takeda Pharmaceuticals, quien produce Prevacid.

Aunque la demanda se encuentra en la etapa inicial de la investigación, acusa a los fabricantes de no advertir al público acerca de sus posibles efectos secundarios serios de los inhibidores de la bomba de protones, incluyendo enfermedad crónica renal (CKD, por sus siglas en inglés) o insuficiencia renal. Estas demandas colectivas pueden resultar en una suma grande de dinero del convenio monetario. Si usted o alguien que conoce fué lastimado por Prilosec, Nexium o Prevacid, nuestros abogados pueden brindarle una revisión de su caso gratis. Llámenos hoy al 1-800-214-1010 o llene el formulario en la parte superior derecha de su pantalla.    

Estudios muestran que medicamentos populares para la acidez estomacal pueden resultar en insuficiencia renal

Los medicamentos para la acidez estomacal conocidos como inhibidores de la bomba de protones (PPI) son algunos de los medicamentos de mayor venta en Estados Unidos, alcanzando alrededor de $9.5 millones en ventas el año pasado.   

Un estudio publicado en JAMA a principios de año sugiere que como algunos de estos medicamentos son los mejor vendidos, son sobre recetados. Entre 25 y 70% de las recetas de PPI no tienen las indicaciones médicas apropiadas, escribieron los autores del estudio. Y como algunos PPI están disponibles sin receta, su sobre uso puede ser mayor.     

El primer PPI fué lanzado al mercado hace más de 25 años. Fabricado mediante un acuerdo con Merck & Co. y Astra AB (ahora AstraZeneca), Prilosec fué aprobado por la FDA en 1989. Ahora, alrededor de siete PPI son vendidos por diferentes compañías farmacéuticas, incluyendo las versiones genéricas.  

Desde su llegada al mercado hace más de dos decadas, los PPI han sido ligados a algunos posibles efectos secundarios graves, incluyendo el riesgo mayor de fracturas de huesos y problemas de corazón.

Más recientemente, estudios han asociado a los PPI con un mayor riesgo de desarrollar problemas renales, incluyendo nefropatía crónica, la cual podría llegar a fallo renal y muerte.  

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¿Qué son los PPI y que tratan?

Los inhibidores de la bomba de protones, o PPI, son una clase de medicamentos usados para tratar la acidez estomacal frecuente, enfermedad de reflujo gastroesofágico (GERD, por sus siglas en inglés), algunas úlceras e inflamación del esófago.

Los PPI reducen la acidez en el estómago al bloquear la enzima en la pared del estómago que produce ácido. Esto, a su vez, reduce la cantidad de ácido que puede colarse al esófago, causando acidez. La acidez frecuente, la cual ocurre dos o más veces por semana, es un síntoma del desorden digestivo GERD. Entre un cuarto y un tercio de adultos en Estados Unidos tendrán síntomas de GERD en algún punto de sus vidas. La GERD es más común en adultos de 50 años o más; mujeres embarazadas también son especialmente susceptibles a desarrollar GERD.       

Los PPI también son usados para tratar úlceras (llagas) en el estómago y el intestino delgado. Al reducir la cantidad de acidez, los PPI previenen la formación de úlceras y permiten sanar a las existentes.

Los PPI reducen la acidez en el estómago con el paso del tiempo y pueden tomar varios días en aliviar los síntomas. Antiácidos como Alka-Seltzer y bloqueadores H2 como Zantac funcionan mejor en proporcionar alivio inmediato para la acidez.

¿Cuáles son las marcas de PPI?

Existen siete marcas diferentes de PPI en el mercado, cada una con un ingrediente principal diferente. Son fabricados por diferentes compañías farmacéuticas y algunos son disponibles como genéricos.

  • Prilosec (omeprazol) — aprobado en 1989; fabricado por AstraZeneca Pharmaceuticals  
  • Prevacid (lansoprazol) — aprobado en 1995; fabricado por Takeda Pharmaceuticals USA
  • AcipHex (rabeprazol) — aprobado en 1999; fabricado por Eisai Inc.
  • Protonix (pantoprazol) — aprobado en 2000; fabricado por Wyeth Pharmaceuticals Inc.
  • Zegerid (omeprazol y bicarbonato de sodio) — aprobado en 2004; fabricado por Santarus Inc.
  • Nexium (esomeprazol) — aprobado en 2005; fabricado por AstraZeneca Pharmaceuticals
  • Dexilant (dexlansoprazole) —  aprobada en 2009; fabricada por Takeda Pharmaceuticals USA

Prilosec, Zegerid y Prevacid están disponibles sin necesidad de receta. Los ingredientes principales en los medicamentos sin receta son los mismos que los de con receta, pero los usuarios son avisados a solo tomar los de sin receta por alrededor de 14 días cada cuatro meses.

PPI vinculado a enfermedades renales

Estudios recientes han indicado un riesgo mayor de enfermedades renales en pacientes tomando PPI a lo largo de mucho tiempo.

El estudio de JAMA mencionado al comienzo del artículo encontró que pacientes que tomaban PPI eran de 20 a 50% más propensos a desarrollar enfermedad renal crónica (CKD, por sus siglas en inglés) que aquellos que no tomaban PPI. El estudio también encontró que los pacientes que tomaban PPI dos veces por día tenían un riesgo mayor que aquellos que sólo los toman una vez al día.  

El mismo estudio también encontró que pacientes que tomaban PPI tenían un riesgo mayor de 28% de desarrollar CKD.

Los autores del estudio concluyeron que los pacientes sólo deben tomar PPI cuando es médicamente necesario y por el menor tiempo posible.  

¿Qué es la enfermedad renal crónica?

La CKD es la pérdida gradual del funcionamiento del riñón a través del tiempo. La CKD puede llevar al fallo renal y la muerte si no es diagnosticada y tratada a tiempo. Cerca de 26 millones de estadounidenses sufren de CKD, según el National Kidney Center.

Los riñones son órganos en forma de frijol localizados cerca de la mitad de la espalda, justo debajo de la caja torácica. Los riñones filtran los desechos y el agua de sobra en la sangre y los convierte en orina. Cuando los riñones dejan de funcionar apropiadamente, el desecho tóxico puede acumularse en la sangre y así causar problemas de salud serios. El funcionamiento del riñón reducido puede llevar al fallo renal y la muerte.  

La CKD no se diagnostica de inmediato, ya que las señales y los síntomas son sutiles y comienzan gradualmente. Algunas señales y síntomas de la CKD incluyen:     

  • Cambios en la orina, incluyendo orina frecuente o en mayores cantidades; orinar con menor frecuencia o en menores cantidades; tener orina efervescente, espumosa o con sangre; dificultad al orinar
  • Hinchazón de piernas, pies, cara o manos
  • Sarpullido o comezón  
  • Dolor de pierna, espalda o de los lados
  • Sabor de boca a metal o aliento a amoníaco
  • Náusea y vómito
  • Sensación de frío
  • Falta de aire
  • Mareo y dificultad de concentración
  • Cansancio

¿Cómo causan enfermedad renal crónica los PPI?

Los investigadores no han podido encontrar una relación de causa y efecto entre PPI y CKD, aunque algunos estudios han mostrado que pueden estar asociados.

Los investigadores sugieren que los PPI pueden causar inflamación en los riñones, la cual puede causar daño con el tiempo. El uso de PPI a corto plazo ha sido vinculado a una condición inflamatoria llamada nefritis intersticial aguda. Ataques repetidos de la condición pueden llevar a CKD, dicen los investigadores.   

Los PPI también han sido ligados a la deficiencia de magnesio en el cuerpo, la cual puede causar daño renal. En 2010, la FDA emitió una advertencia acerca del uso de PPI y el riesgo de la deficiencia de magnesio.  

¿Cuáles son las pruebas que los doctores utilizan para detectar la enfermedad renal crónica?

Existen tres pruebas relativamente sencillas que los doctores pueden utilizar para detectar la enfermedad renal crónica en los pacientes. Las pruebas incluyen:

  • Medición de la presión sanguínea
  • Examen de orina para medir la eliminación de desechos
  • Examen sanguíneo para medir la eliminación de desechos

Acciones de la FDA

Mientras la FDA ha advertido a los consumidores acerca de los otros posibles efectos secundarios adversos de los PPI, como el riesgo mayor de fracturas de huesos, la agencia no ha advertido sobre el riesgo de enfermedades renales. Esto puede ser porque los estudios publicados que asocian los PPI a la CKD y otras enfermedades son relativamente nuevos.

10/04/2016